Los esquemas desadaptativos tempranos son patrones emocionales que se desarrollaron desde la niñez y que se repiten hasta nuestros días. Sentimientos de abandono, vulnerabilidad y temor a la crítica pueden tener su origen en las primeras etapas del crecimiento. Estos se deben a experiencias tempranas de inestabilidad, críticas y abuso, que afectan nuestras necesidades básicas de amor, aceptación y seguridad, formando ideas centrales sobre nosotros mismos, las personas y el mundo. Para enfrentar las experiencias tempranas adversas las personas desarrollan estrategias de conducta que a la larga se vuelven disfuncionales, generando conflictos con las demás personas, en la pareja o el trabajo, limitando nuestro desarrollo y bienestar emocional.